lunes, 30 de marzo de 2009

¿LA ÚLTIMA NEVADA?








No sé si estamos, como reflexionaba hace unos días en mi comentario sobre la batalla del Guadalete, en la octava batalla, o en la novena nevada de este largo y machacador invierno. Dicen que aún quedan dos más. Lo dicen los que, desde hace muchos años, observan y observan porque se juegan mucho con la climatología, sean marineros, agricultores, ganaderos o simples sufridores reumáticos. La climatología nos condiciona en muchos aspectos de nuestra vida y nos hace estar muy pendientes de ella.

Conservo algunos amigos que no tienen la condición de villanos, es decir, que no viven en la pequeña vorágine de la villa. Viven en pueblos y aldeas, mucho más en contacto con la naturaleza y los elementos climatológicos. Ellos han aprendido una ciencia que para nadie es exacta pero que para ellos falla menos que los pronósticos realizados por gentes -meteorólogos de universidad- que no matan moscas ni a cañonazos. Son prudentes y quizá, disparan siempre “perru y mediu” más por delante de la pieza para que nos se les escape.

Ya lo decía Joseph Conrad: “La mayor virtud de un buen marino es una saludable incertidumbre”. Y, ante la incertidumbre, precaución, mucha precaución. Quizá sea por eso que algunos nos auguran dos nevadas más antes de que la primavera deje ver su esplendor natural. Dicen que aún nos queda la del “cucu”, y que no es de pesimistas esperar otra más que, si no viene, ningún daño puede hacernos su ausencia.

Sobre meteorología, nada de lo escrito sienta cátedra. Todo es muy ambiguo. Es como el mismísimo mar, imprevisible e impredecible. Todo es posible, pero nada es seguro.

Don Mariano Medina, uno de los pioneros de la predicción meteorológica en TVE, no solía mojarse en exceso pues uno de sus compañeros, Eugenio Martín Rubio, se vio en la obligación de cortarse el bigote –tal como había prometido- al fallar estrepitosamente en una de sus predicciones.

Una de las frases más socorridas que tenía el ilustre meteorólogo era aquella de “habrá alternancia de claros y nubes por el territorio nacional, pudiendo derivar, estas últimas, en precipitaciones en algunos puntos de la península”. Ahora vayan ustedes y díganle que no es verdad.

Sin ser meteorólogo, nuestro entrañable Miguelín Purón, también hacía sus acertadas predicciones: “Cuando el sol sale por capiruchu, puede llover poco, mucho, o nada…… o quedarse el tiempo como está”.

En Panes se dice que “niebla en Jana, lluvia por la tarde, no por la mañana” .

A un viejo cabraliego le preguntaban, en una ocasión, unos jóvenes excursionistas, que al amanecer de un precioso día iniciaban la ruta del Cares, si habría posibilidad de lluvia: “¡Ay, rapacín! Aquí del tiempu, lo que veas”.

No son de despreciar los consejos y predicciones que, diariamente, nos hacen los hombres del tiempo. Por el contrario, deben ser tenidas muy en cuenta pues pueden evitarnos graves complicaciones en momentos dados. Pero tampoco puede despreciarse el sentido común y la sabiduría popular. Por ambas razones se han venido rigiendo nuestros antepasados y siguen haciéndolo, en la actualidad, muchos pueblos y personas. No lo hacen por divertimento, como quien hace una quiniela de fútbol, lo hacen porque del clima depende, en gran parte, su vida y su hacienda. Por eso afinan y son prudentes, a veces en exceso.

Un labrador sabe, perfectamente, que no mirar al cielo o interpretar incorrectamente lo escrito en las nubes, le puede suponer la pérdida de sus cosechas. Del mismo modo, un marinero no suele fiarse ni del color de sus mejillas. Todo puede ir bien hasta que, por sorpresa, puede levantarse un fuerte viento y hay que tratar de ir por delante o, al menos, que no te sorprenda como a un pardillo.

Habrá que resignarse y esperar, sin desesperarnos, esas nevadas que dicen que aún faltan. Una de ellas parece que ya está cayendo este fin de semana de marzo ya avanzado. Nos queda, pues, otra más. Está bien, pero vale ya, macho, que tan malo es destaparte por la cabeza como por los pies.

Yo espero que tengamos la recompensa de un buen verano, aunque sólo sea durante los meses que le corresponden. Esta vez no se podrá decir que “al invierno no le come el lobo”. No. Este invierno no se ha ocultado, no se lo ha comido el lobo. El lobo tuvo otras carnazas para satisfacer sus hambres.

Si el verano no nos es propicio a nuestras esperanzas estivales, habrá que empezar a creer que esto del “cambio climático” va en serio. Vamos, que puede ser que sea verdad y no un cuento de Al Gore para vivir del ídem.


domingo, 29 de marzo de 2009

LARRA SE MATÓ PORQUE NO PUDO ENCONTRAR LA ESPAÑA QUE BUSCABA

El 24 de marzo de 1809, nace en el Madrid ocupado por las tropas napoleónicas, Mariano José de Larra y Sánchez de Castro quien, poco antes de cumplir veintiocho años de edad, ponía fin a su vida, un 13 de febrero de 1837, de un pistoletazo en su sien derecha. Hacía pocos minutos que su esposa, María Dolores Armijo, de la que estaba separado, acababa de abandonar el domicilio de Larra (calle de Santa Clara, 3, de Madrid) y de comunicarle que no existía ninguna posibilidad de acuerdo para recuperar sus anteriores relaciones matrimoniales. Al disiparse los ecos de aquel disparo, se acababa también la vida, breve, pero muy intensa, de una de las figuras literarias e intelectuales que más han influido en la España actual.

Son doscientos años los que nos separan de Mariano José de Larra, y yo me pregunto: ¿Nos separan, o nos unen a él? El tiempo separa pero, las ideas, o las ideologías –llámenlo como quieran- quedan y, como es mi caso, me unen cada vez más al periodista, al poeta, al novelista, al ensayista, al intelectual. En definitiva, al que supo describir, sufrir y tratar de modelar (sueño imposible) una España que no le gustaba, que no soportaba. Un país del que, alguien muchos años después, se dejó decir que “le dolía España” y que intentaba o, al menos creyó, que había nacido para cambiarla. Lo fusilaron a los 33 años y se llamaba José Antonio. Esa España que tantos amamos como mujer infiel a la que no podemos renunciar pero que día tras día nos decepciona y nos machaca; nos pone los cuernos y siempre la perdonamos. Mujer infiel y hombre consentidor, difícil relación. Es imposible, no sé por qué extraño embrujo que nos lo impide, no perdonarla. Es imposible no poder volver a besarla cuando nos acerca su rostro y, máxime, cuando ese rostro está roto a bofetadas de tanto pretendiente inmoral e indigno de su amor. Pero aquí nos tienes, mujer infiel y, a la vez, agradecida. Madre. Madre de muchas razas, desde Argantonio a Pelayo. Desde Rodrigo, el de Vivar, hasta Juan Prin. ¡Ay España, España…!

Mariano José de Larra, no llegó a cumplir los veintiocho años. ¿Fue la decisión de poner fin a su vida el despecho de María Dolores Armijo, o fue esta España que nos entra en el corazón, su más querida “mujer”, la que, en aquella época romántica, que tan tarde llegó a nuestra cultura, le decidió a tirar de pistolón y romper una cabeza que tanto necesitaba aquella España a la que amó con pasión incomprensible, hasta la muerte decidida por él mismo?

¡Ay España! que como Saturno, inmortalizado en los lienzos por Goya, devoras a tus mejores hijos… ¡Nunca aprenderás, España….!

Larra, sin duda, estuvo marcado por un romanticismo que llegó a España a la zaga de un espíritu que ya había dominado la vida cultural europea hacía algún tiempo. Una corriente cultural que encontró en él un producto al más puro estilo de la época. Larra, tuvo una vida turbulenta configurada por apasionadas relaciones amorosas que, al final, le conducirían al suicidio a muy temprana edad. Su inconformidad manifiesta e inequívoca con la España de su tiempo, con sus gentes, con una sociedad corrompida, tal cual la actual, que caminaba impasible e irresponsablemente hacía el gran desastre del “98”, no pudieron soportar sus parámetros vitales y prefirió no verlo. Clarín, antes que nadie, antes de que aquella generación gloriosa lo reivindicase, ya era consciente de la tremenda importancia de Larra.

Pero, de poco hubiese servido la vida romántica de este personaje, novelesco, si se quiere, tan representativo de una época literaria y multicultural en tantos aspectos, compartida con una nómina de escritores tan significativos, en su época, como Espronceda, Gustavo Adolfo Bécquer, Manuel Bretón de los Herreros, Serafín Estébanez Calderón, Juan Eugenio Hartzenbusch, Ventura de la Vega o José Zorrilla, por citar solamente a algunos si, a pesar de su corta edad, Larra no nos hubiese dejado una obra maestra, fundamentalmente del periodismo español, que aún sigue vigente.

Un joven de poco más de veintisiete años, se quita la vida de un tiro en la sien en un día trágico e invernal del febrero madrileño de 1837. Algo normal en aquella época romántica. En aquella España de "manga por hombro". En una España parecida a la de hoy, en que la decencia brilla por ausencia en más de un orden de la vida. Un joven más que no soporta un desamor. Cosas de la moda. La corriente romántica que, aunque tarde, nos han inyectado franceses e ingleses. Locuras del Byron de turno.

Sí, eso podría haber sido, y a nadie le hubiese resultado extraño. Sólo que quien yace tirado sobre un sofá maculado por hilillos de sangre, con una pistola aún entre sus manos y un imperceptible agujero en su sien derecha, es Mariano José de Larra, un mozo de, a penas, veintiocho años que ha escrito muchas páginas gloriosas para la literatura española. Páginas que son auténticos tratados de, si se quieren entender, convivencia nacional. Páginas que rezuman amor a España y críticas sangrantes que pretenden, desde la sátira que el gran Marcial ya nos enseñó en la época de Roma, a poner en tela de juicio la situación social y política del momento. Páginas hermosas y de una calidad insospechada para un joven de veintiocho años, que hoy se pueden equiparar a las de los más grandes pensadores de nuestra historia. Páginas de un joven y agudísimo observador de las costumbres y de la realidad cultural, social y política del momento. Páginas firmadas por “Fígaro”, por “El Duende”, por el “Bachiller Juan Pérez de Murguía”. Seudónimos de Mariano José de Larra que han dado gloria al periodismo español, al ensayo literario, al teatro, a la poesía, a España.

Páginas a las que pocos hacían caso, en su momento. Escritos de los que pocos aprendieron algo. Inteligencia que salía de un joven cerebro que, un buen día se negó a seguir pensando porque llegó al firme convencimiento de que “Escribir en España es llorar, es buscar voz sin encontrarla, como en una pesadilla abrumadora y violenta”.
Hoy, como bien escribe Manuel Martín Ferrand (buen jugador de bolos montañeses. Ya hablaremos de ésto) "Ya no es necesario escribir en España para llorar. Basta con asomarse a la ventana y contemplar el paisaje...."

Aquella sociedad de su tiempo lo rechazó. No quiso hacerle caso. Era demasiado materialista, irresponsable y obscena. Muy parecida a la actual. España no le respondió y, por ello, no quiso vivir más.

Quizá, a la hora de apretar el gatillo de aquella arcaica pistola, recordó los versos que había leído - y que muchas veces recordaba- de Chateaubriand y que aplicaba a su amada España:

¿Por qué pudiendo ser madre querida
quisiste ser madrastra aborrecida?

Yo le hago esa misma pregunta a mi tierra, a la vez que le declaro mi incondicional amor. Yo te quiero. Y quiero que seas, para mí, madre querida. Yo lo intento. Inténtalo tú también ¡por favor!

viernes, 27 de marzo de 2009

PENSAR, OPINAR, ESCRIBIR....."LLORAR"


-Mariano José de Larra-

Creo, y así lo veo con cierta satisfacción, que algún seguidor hay de mi blog. Sé que, últimamente, no he dado mucha cancha a mis lectores. No siempre es fácil. Pero uno, que a estas alturas de la vida no le queda más que cuidarse y disfrutar de los años trabajados, tiene la "morbosa" costumbre de ir por ahí defendiendo causas, sino perdidas, sí de difícil solución, al menos en una villa caciquil, reprimidia y rendida al poder establecido, sea cual sea, como es esta villa llanisca en donde he elegido vivir, no sé si podré, mis últimos años.

Mi querido amigo Ignacio Gracia Noriega, no lo pudo soportar y hoy vive feliz en Sevares (Piloña). No se rindió, porque Nacho es de los que no se riden, pero ya estaba harto -como lo empezamos a estar unos para felicidad de otros- de tanta miseria y de tanta bajeza.

En mis 61 años años de vida, sólo pisé un juzgado cuando llegué a Llanes y fui concejal del Partido Popular en el concejo. Y, para más "INRI", me llevó al juzgado el presidente local de mi partido: el políticamente impresentable, Félix Sánchez (de) Posada, descendiente (por desgracia para su antecesor) de don José Posada Herrera, el gran político llansico que dirigió las Cortes Españolas en tiempos de aquella reina (Isabel II) que prefería la alcoba a las cámaras legislativas. Aquello fue como el "pedo de un marica" porque yo -al igual que otros de mis compañeros demandados- nunca más volvimos a saber de las pretensiones judiciales, ni políticas, del señor (de) Posada. "Tururú...".

Hoy he tenido que volver a los juzgados y gastar mi escaso dinero en abogados defensores. No fue por cuestiones políticias. Esta vez fueron de otra índole más sangrante y, si se quiere, más "buñuelescas". Hace tres días, tuve un asqueroso, vil y cobarde intento de "golpe de estado" -¡no me digan ustedes que no es de risa!- dentro del Casino de Llanes, del que, hoy por hoy, soy presidente legal. Pero lo más irrisorio, es que este "golpe" me lo ha dado el "barman", es decir, el encargado del bar o, al menos, a él le han lanzado de "cabeza visible". ¡Jo, macho!, ¡si Valle Inclán levantara la cabeza! No voy a profundizar más en los hechos ya que está todo en proceso judicial y no me quiero salir de "madre".
Sin embargo, esto me da lugar a pensar -si se me permite pensar-: A alguien, no sé a quien, debería darle vergüenza. Llanes, es Llanes, como España es España. En España nos quieren hacer europeos a "cañón". Quieren quitar las corridas de toros; quieren quitarnos los "chiringuitos" de las playas"; quieren que nadie se cague en ......; quieren que no se fume, porque, ahora, dicen los americanos que es malo para la salud; quieren que en el fútbol no se le llame "hijoputa" al árbitro; quieren que no se vaya a misa y que a los curas se les haga la "trompetilla" por la calle, etc.., etc..

Pero eso no es posible, al menos en dos o tres generaciones. ¿Quiere usted quitar, mañana, la procesión del "Corpus" en Toledo, por poner un ejemplo?. Bien, inténtelo, y que le vaya bonito....

Pues en Llanes, precioso rincón de España, en la parte noroccidental de la Península, donde el mar es mar, la montaña montaña, la tierra tierra y el cielo plomo la mayor parte del año, no se pueden pretender cambios así, de la noche a la mañana.

En Llanes hubo toros y toreros, la mayoría de "salón" ("Pepete", Oreja de oro de Cangas de Onís, y "Miguelete", el Exquisito) y hubo, también, una recoleta y "tipical" plaza, hoy enterrada por el ladrilo y el hormigón. Una plaza en la que no había muchas instalaciones "reglamentarias" por decir así... No se podía pesar a los toros, por ejemplo, pero en la que se solucionaban las cosas con ingenio y humor. Nos lo contaba el amigo Guillermo, hace pocos días, en el diario "El Comercio". Don Camilo Alonso Vega, a la sazón ministro de la Gobernación, se encontraba en la plaza de toros de Llanes y alguien le dijo que no había básculas en la plaza para pesar a los toros, que cómo lo harían: Pues "que los pesen en la farmacia" contestó el ministro....

A Llanes, como a España en su conjunto de pueblos y culturas, tampoco se la puede reconvertir de la noche a la mañana. En Llanes no es posible imponer que, de hoy a mañana, se deje de caciquear, se deje de conspirar e intrigar, "contra esto y aquello". No es posible. Hay tradiciones muy arraigadas en los pueblos y se debe ser consciente de que deben pasar generacones antes de que se puedan homologar....Para ello, hemos de caer cuatro tontos, nunca llaniscos de nacimiento, pero sí de corazón.

Ahora, se conmemora el bicentenario de Mariano José de Larra, uno de los más significativos escritores y periodístas de su tiempo. Larra se quitó la vida a los veintiocho años, harto de una España caciquil que sólo disfrutaba conspirando en los cafés y en los salones.

Veintiocho años nada más, fueron suficientes para equipararse a intelectuales de la talla de Menéndez y Pelayo que dejó este mundo con muchos más años y mucho más güisqui...

Yo, dejaré este mundo cuando Dios, en el que sigo creyendo cada día más, lo tenga a bien. Pero por mis tripas pasó mucha agua helada del Cares. Tengo en mis pupilas grabadas las duras sierras nevadas del Cuera y en mis sentidos los vapores de los eucaliptos de la Peña y de la hierba seca de los pajares de mi pueblo. Y tengo, por nacimiento, mis atributos masculinos en mi sitio.

Para el lunes, ya lo tengo preparado, les hablaré de Mariano José de Larra. De él y de la España imposible que soñó. Éstas son algunas de sus palabras más dolorosas salidas de la incomprensión y el rechazo hacia la España que tanto amó y por la que se quitó la vida: "Escribir en Madrid es llorar, es buscar voz sin encontrarla, como en una pesadilla abrumadora y violenta".

Escribir, opinar, pensar... en Llanes, es poco más o menos lo mismo, pero esto lo digo yo...

¡País éste, coño...!





lunes, 16 de marzo de 2009

ANTES DEL GUADALETE

Lo siento pero no puedo colgar ninguna imagen que ilustre el comentario. Secretos de la informática. Lo siento. Al final queda el texto que es lo importante.

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Hay pasajes de la historia que, por distintas razones, despiertan curiosidad e interés en quien la estudia y le llevan a profundizar más en los hechos a través de cuanta documentación puede llegar a sus manos. Puede que este tipo de hechos no lleguen a la categoría de relevantes y no pasen de simples curiosidades pues, por ellos mismos, no cambian el rumbo de la historia y, por otro lado, no siempre se llega a su esclarecimiento, sin embargo siempre es interesante su estudio aunque sólo sirva para poder narrar la historia, muy aproximada a como fue, en base hechos reales y constatados y no a simples hipótesis.

De todos es sabido, porque así nos lo enseñaban ya en nuestras primeras escuelas del pueblo, que don Rodrigo, el último rey godo, perdió España frente a los invasores árabes en la batalla del Guadalete o de la laguna de la Janda. La enorme importancia que tuvo este hecho histórico y la gran repercusión en nuestra historia, hizo que, junto con el paso de los siglos, se fuese rodeando de leyendas, alimentadas por los cantares épicos que nos narran lo sucedido muchos años después de los acontecimientos.

Dos razones se achacan al último monarca godo como motivo de la pérdida de España. Una de ellas, la más verosímil, fueron sus amores prohibidos con Florinda “la Cava”, que llevaron a su padre, el conde don Julián de Ceuta, a traicionar el rey y facilitar a los árabes la entrada y la conquista del reino visigodo. El segundo fue, más según la leyenda que la propia historia, la violación de los candados del palacio de Hércules en Toledo y la profanación del lugar, junto con los secretos que encerraba.

Lo que si se sabe, y quizá los motivos sean lo que menos importe, es que el ejército godo fue traicionado por algunos de sus capitanes, entre ellos el conde don Julián y el obispo don Opas. Si la causa fue el ultraje sufrido por Florinda “la Cava” a manos de rey Rodrigo, o fue, cosa más probable, la animadversión contra el monarca por parte de los partidarios del depuesto rey Witiza, no queda muy claro en las crónicas. Sin embargo hemos de tener en cuenta que el sobrenombre de “la Cava” tiene origen árabe y significa prostituta, por lo que, de haber ejercido este oficio, no hubiesen sido desdeñados y satanizados los favores reales. Más bien lo contrario.

De lo que yo quiero ocuparme en esta reflexión es de cuántas batallas se dieron contra los árabes antes de la definitiva del Guadalete. No es probable que toda una invasión en regla hubiese estado carente, sino de otras batallas dadas con anterioridad, sí al menos de escaramuzas de mayor o menor entidad.

Nunca se citan en la historia oficial más batallas que la definitiva del Guadalete, pero si repasamos el romance del Rey don Rodrigo y la pérdida de España, nos encontramos con los siguientes versos:

“Las huestes de Don Rodrigo/se desmayaban y huían/cuando en la octava batalla/sus enemigos vencían”.

La “octava batalla” nos cuenta el romance. Podemos pensar que “octava” se trata de una palabra que encaja bien en la composición del verso, pero también el autor podría haber empleado “última”, por poner un ejemplo.

Jon Juaristi, en su ensayo “El Reino del Ocaso” (España como sueño ancestral) se ocupa de este detalle. Dice este autor que siempre le intrigaron los versos reseñados porque nadie había hablado de ocho batallas. “Durante mis años colegiales, nadie supo explicarme por qué el romance presentaba la derrota de don Rodrigo como la desastrosa culminación de una prolongada campaña (ocho batallas). El rey, se nos decía, tuvo noticia de la invasión árabe mientras combatía en el norte contra los vascones. Dejó en tierras de éstos un pequeño contingente de tropa, cuyo destino se perdió en la bruma septentrional, y corrió al encuentro de los muslimes”.

¿Tenemos que pensar, entonces, que los invasores esperaron las fuerzas reales para dilucidar en una sola batalla el porvenir de España? Yo lo creo más que improbable y es más lógico pensar que la capital, Toledo, y más al sur, contaría con tropas que intentaron detener la invasión mientras el rey llegaba en su socorro, probablemente con la élite de sus ejércitos.

Ignacio Gracia Noriega, trata, de pasada, este tema en su libro, “Don Pelayo” (El Rey de las montañas).

Refiriéndose a la batalla del Guadalete, escribe lo siguiente: “En esta derrota tan completa y de consecuencias tan pavorosas intervinieron circunstancias diversas, entre ellas la traición de miembros de la familia de Witiza. En cualquier caso, una sola batalla bastó para terminar con el poderío de los visigodos.

En una batalla en los desconocidos Transductine Promontorios, Rodrigo hizo frente a los invasores con un ejército hostil a causa de las circunstancias en que había alcanzado el trono –escribe E.A. Thompson. De todas formas, en una sola batalla, según el cronista, perdió su trono y su patria, y probablemente la vida, pues no se vuelve a saber de él.

Repare el lector que esta historia es de batallas únicas pero decisivas. En una batalla se pierde el reino de los godos, produciéndose la pérdida de España. Y a partir de otra batalla, en Covadonga, comienza a restaurarse el reino, como en Toledo.

Aquí nos encontramos con dos hipótesis igual de respetables pero, lógicamente, distintas. Juaristi es partidario de más batallas que la definitiva en el Guadalete. Gracia Noriega, se queda con una y definitiva.

Retomamos de nuevo a Jon Juaristi y leemos: “Hoy, la versión histórica más aceptada parece dar la razón al romance: hubo más de una batalla y más de un ejército invasor. Al menos dos ejércitos musulmanes camparon por el sur de la Península, manteniendo frecuentes escaramuzas con los visigodos antes de la batalla decisiva (Roger Colins, “La conquista árabe”, 711-797. Historia de España III. Crítica, Barcelona, 1991, pag. 35). Pero, entonces, continúa Juaristi, en mis años de bachiller, la historia no se contaba de ese modo. Sólo más tarde, en la universidad, supe que la mayoría de los romances del ciclo de la pérdida de España estaban inspirados en una tardía crónica castellana saturada de fabulaciones “La Crónica de don Rodrigo, Postrimero rey de los godos” más conocida por “Crónica Sarracina” escrita por el vallisoletano Pedro del Corral en la primera mitad del siglo XV”.

Revolver entre documentos antiguos e históricos no está a mi alcance, aunque pienso que, por lo que aportan estos dos autores que he citado, poco se puede encontrar al respecto que nos pudiese llevar a la aclaración definitiva de la cuestión, salvo sus propias hipótesis.

En España hemos sido más proclives a la fabulación que al rigor de la historia y, al final, por lo que atañe a tiempos pasados, tenemos que quedarnos encima del estrecho filo que separa la realidad de la leyenda.

¿Y que más da?, podría preguntarse alguien. Hombre pues yo creo que sí, que da más. ¿Cómo no va dar?

domingo, 8 de marzo de 2009

URBANISMO SALVAJE

Si tratamos de recordar, de hacer memoria, o si repasamos los periódicos de unos años hasta acá, veremos que más del ochenta por ciento de los casos de corrupción que han saltado por los ayuntamientos de España, tienen un mismo origen: El urbanismo, el ladrillo, la construcción salvaje.

Muchos analistas han señalado que el problema que subyace en la corrupción urbanística en España es la financiación de los ayuntamientos.

España ha sufrido un proceso de descentralización irresponsable, derivado del Estado de las Autonomías, que llevó a los ayuntamientos la obligación de prestar determinados servicios públicos que anteriormente eran a cargo del gobierno central. La imperiosa necesidad de recursos para la financiación de estos servicios, ha llevado a los ayuntamientos a inventar una serie de “impuestos indirectos” que han venido a repercutir de una forma atípica y corrupta, tanto en la sociedad, como en los propios dirigentes municipales. Los ayuntamientos buscaron sus fórmulas de financiación y se descubrió una mina de oro en los terrenos que esperaban próximas urbanizaciones……

El urbanismo ha construido mucho pero también ha destruido mucho. Ha destruido principios morales y con ello se ha llevado por delante a personas y familias enteras. La codicia suscitada por esa especie de pozos petrolíferos que manaban billetes y más billetes, ha podido con gran parte de la clase política española y con una sociedad que cambió sus dioses espirituales por dioses materiales. Dioses de barro que, como era previsible, se van derrumbando y hundiéndose en el abismo de la inmoralidad y de las miserias humanas.

Todo este movimiento ha venido a constituir en España, en estos últimos años, una fiebre especulativa y una carrera por ver quien era el último que trincaba la pasta, que ríanse ustedes de la fiebre del oro americana.

La triste sensación entre la ciudadanía española es que, al menos, los ayuntamientos y sus gobernantes caminan sobre el finísimo filo que separa la legalidad de la ilegalidad. Todos, o la mayoría de los gobernantes, tienen sobre sí la espada de Damocles que les señala como potenciales delincuentes y ello es aprovechado por los partidos opositores para realizar una oposición muy lejana a la que deberían hacer, basada en la política y en una justa y efectiva administración de los concejos.

Aquí pusimos todos los huevos en la misma cesta, y la cesta se rompió. Era previsible pero nadie lo quería ver ni admitir. Fue como un limón que se exprimió y se exprimió hasta que ya no quedó jugo y, entonces, su corteza se secó y se quebró.

La facilidad que se encontró en esta forma de financiación cerró la posibilidad de contemplar otras fórmulas más estables y menos susceptibles de caer en la corrupción a todos los niveles.

La consecuencia es que al igual que un ayuntamiento recibe enormes sumas de dinero de los promotores y constructores para poder pagar los servicios municipales que presta a la ciudadanía (transporte público, polideportivos, limpieza de calles, centros sociales y otras ayudas, etc.) también los políticos que gobiernan en esos ayuntamientos son susceptibles de cobrar a título personal, fenómeno que viene a constituir el núcleo de lo que se ha venido a conocer como “corrupción urbanística”.

Una vez explotada esta burbuja inmobiliaria y viéndose los ayuntamientos sin la facilidad que tenían para obtener recursos, deberán los grupos gobernantes agudizar sus ideas y buscar nuevos canales de financiación. Esto no debe pasar por el fácil recurso de aumentar los impuestos pues la España actual, sumida en una fuerte crisis económica, no podría soportar, ni fácilmente admitiría, una subida de impuestos que, en la mayoría de los casos, son destinados a la banca y a grandes empresas automovilísticas y de otros sectores que intimidan con la sequía de créditos y las regulaciones de personal.

Si nos propusiéramos hacer un balance de los pros y los contras que este abuso de construcción de inmuebles ha traído a España, nos encontraríamos con un elevado déficit en contra de la ciudadanía.

No voy a señalar aquí ninguno de los ayuntamientos españoles que han sido distinguidos por corruptos en la materia urbanística. Son del conocimiento de todos y, muy posiblemente, no están todos los que son, aunque cada día saltan otros nuevos. Nadie puede poner la mano en el fuego por nadie, y menos en los ayuntamientos costeros.

Yo, que no soy amigo de ONG,s, también suelo leer sus informes sobre determinados aspectos de la vida pública. Trato de interpretarlos dentro de un orden, sabedor convencido de que estas organizaciones van a lo suyo. Sí, sí, sí, ¡van a lo suyo! ¿Alguien lo ignora….? Sin embargo hay algunas que publican datos que no dejan de ser representativos. La ONG, “Transparencia Internacional”, en su informe del año 2006 señaló claramente: “El ámbito donde la corrupción es más elevada es el del nivel local del Gobierno, sobre todo en la costa o en las inmediaciones de las grandes ciudades”.

La causa de este fenómeno, según “Transparencia Internacional”, hay que buscarla en la “recalificación de suelo urbano” lo que ha provocado que España sea el país de OCDE “donde el precio de la vivienda ha subido más en los últimos años”.

Entonces, ¿que ha ganado la ciudadanía española con toda esta especulación? Nada, no ha ganado nada, es más, ha perdido. Toda esta especulación urbanística ha traído un nuevo impuesto a la adquisición de una vivienda. Los promotores y constructores han venido pagando a los ayuntamientos cuantiosas sumas por obtener la calificación de “suelo urbanizable”. Por supuesto que esas cuantiosas sumas las acaban pagando los compradores de viviendas, por lo que al final no se trata, ni más ni menos, que de un enorme impuesto encubierto, que va incluido en el precio de la vivienda.

España, hoy por hoy, tiene el mayor parque inmobiliario de la Unión Europea. Pese a ello es el país de más difícil acceso a una vivienda.

Pero España sigue en sus once. La comisión de peticiones del Parlamento Europeo ha aprobado una resolución criticando con singular dureza “la urbanización masiva en España”, subrayando los desmadres cometidos, fundamentalmente, en línea de costa. El dictamen que en el presente mes de marzo será sometido al pleno de la Eurocámara, propone suspender ayudas de la Unión Europea a España en caso de que su Administración no ponga coto al problema.

El texto ha sido aprobado por 23 votos a favor, una abstención y 11 en contra. Los eurodiputados del PSOE y del PP, miembros de la comisión, votaron en contra del informe, es decir, en defensa del urbanismo salvaje. ¿Sería por patriotismo? No, ¡que va! Eso ya no cotiza.

La unidad pro urbanismo salvaje defendida por el PSOE-PP en la Eurocámara no es una anécdota aislada ni un arrebato de patriotismo constitucional alimentado por la lejanía. No es morriña, es simplemente desvergüenza política.



lunes, 2 de marzo de 2009

LA RESACA ELECTORAL

(Zapatero y Patxi López. Ellos tienen la palabra.)
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Hoy, día de resaca tras los comicios electorales de Galicia y Euskadi. Día de pocas palabras y mucho examen de conciencia, por parte de los políticos. Hoy, sin descanso, hay que empezar a pensar aunque, quizá, todo esté pensado ya. Pensado y firmado, vaya usted a saber.

Por lo que a Galicia respecta, no hay ninguna complicación. Núñez Feijoo ha obtenido una rotunda y clara victoria para el PP, y no va a precisar de ningún apoyo para gobernar, ni de ningún pacto incómodo. Galicia, por lo general, no se complica la vida y cuando habla, lo hace alto y claro. Hace cuatro años se quedó corta en su apoyo al PP, pero esta vez les ha resarcido con creces.

Lo de Euskadi tiene, por el contrario, mucha más miga. Es una situación muy compleja la que se ha creado tras los resultados electorales y se perfila harto complicada. El PNV, ha ganado las elecciones con 30 escaños, frente a los 24 del PSE y los 13 del PP. El resto de partidos a los que se les han otorgado escaños, no van a influir, en ningún sentido, en los distintos pactos o acuerdos en que se pueda llegar entre las tres fuerzas mayoritarias.

Es la primera vez, en veinticuatro años, que se presenta en Euskadi la oportunidad de formar un gobierno no nacionalista y eso podría redundar en beneficio del conjunto nacional y, quizá, hasta de la propia Euskadi.

Hay dos cosas dignas de resaltar: Primera: Euzkadi no se ha expresado con claridad. Por un lado, le da la victoria al PNV y, por otro, el número de escaños obtenidos por el conjunto de los partidos concurrentes a las elecciones, demuestra que la ciudadanía euskalduna, desea una pasada por un gobierno presidido por partidos constitucionalistas.

Segunda: Cualquier pacto al que pueda llegar el PNV, con cualquiera de los otros dos partidos mayoritarios y constitucionalistas, pasaría porque la Lehendakariza siguiese en manos de Ibarretxe y, entonces, nos llega la pregunta del millón: ¿Estaría dispuesto Patxi López a renunciar al cargo ahora que lo ve en la mano?

Muchas posibilidades se barajan, pero las cartas tardarán en caer sobre el tapete.

Una hipotética unión de PSE, PP y UPyD –o sin UPyD- desbancaría a Ibarretxe, pero esa unión no debería tener ese único, aunque importante, objetivo. Esa unión debe tener muy claras las posibilidades de un gobierno de entendimiento y de resultados eficaces que sea capaz de hacer frente a los graves problemas que la comunidad autónoma tiene planteados, entre los cuales, y según mi personal criterio, no son los peores los económicos.

A Zapatero se le presenta, en el supuesto de que toque pito en esta fiesta, una papeleta más que complicada y, precisamente esto, es lo que a mí me da miedo pues el personaje en cuestión, ante dificultades de este tipo, mengua, no se crece, y muy rara vez ha sido capaz de superarlas.

El PP ya lo ha manifestado. Todo es cuestión, lógicamente, de hablar y llegar a acuerdos pero, en todo caso, estaría dispuesto al diálogo y a formar parte de un gobierno presidido por Patxi López como nuevo Lehendakari.

Los nacionalismos, como ya manifestó hoy el “Honorable Jordi Pujol” no lo verían con buenos ojos, pues han visto en estos dos comicios, gallegos y vascos, como los nacionalismos pierden terreno y no les queda otra que amenazar a Zapatero, el débil.

La política tiene oscuros recovecos. En política siempre existen soluciones idóneas para cualquier situación, y si no se buscan, si hay capacidad de buscarlas y encontrarlas.

Zapatero se ve ahora en una encrucijada muy difícil, aunque no debería ser así. Tiene ahora que elegir entre la constitucionalidad o los abusos nacionalistas, es decir, o PP, o PNV, o, por decirlo de otra manera más clara y más rotunda, ZP, debe elegir entre España o sus propios intereses de partido. Hasta ahora, a España se la ha pasado por el forro. Veremos a que carta se queda esta vez.

domingo, 1 de marzo de 2009

CON TXOMIN GOÑI

Me gusta encontrarme, de vez en cuando, con Txomin Goñi por las calles de Llanes o por cualquier otro lugar. Cuando lo hago solemos charlar un ratín, breve, porque este hombre siempre va de prisa y parece que te da corte cortarle el ritmo.

Es un hombre de carácter afable y siempre tiene la risa a flor de boca. Cuando yo no le conocía y oía hablar de él, no podía imaginarme que se tratara de este tipo de persona. Hoy que le conozco un poquito más, me he forjado de él un criterio muy distinto al original y créanme que, para mí, estamos hablando de un hombre bueno y valioso.

Txomin tiene entre manos cantidad de cosas y me imagino que poca ayuda, por eso parece no alcanzarle el tiempo y trata de que éste no le rodee y llegue a morderle la cola.

Hoy, Llanes es como es y está como está pero, sin Txomin y sin Avall, sería mucho peor. Por eso espero que, algún día, Llanes llegue a reconocerle todo su trabajo filantrópico, aunque, estoy seguro, a él eso no le importa. A él le importan sus principios, su trabajo y el bien de la comunidad en la que vive y por la que lucha, muchas veces contra molinos de viento y pellejos de vino, como el caballero de la Mancha.

Pues a Txomin, dentro de pocos días, se le juzgará en Oviedo por unos sucesos ocurridos hace un tiempo en un pleno del ayuntamiento de Llanes, en el que yo estaba presente como concejal. Recuerdo muy bien lo que ocurrió en aquel pleno en el que Txomin se presentó entre el público asistente con una camiseta en cuya parte delantera recogía una frase que decía “La Talá Ilegal”, cuestión que, más tarde, dejaron clara los tribunales de justicia. Ese fue su gran delito.

Recuerdo muy bien como se me revolvió el estómago al ver a este hombre tirado en el suelo y esposado por dos policías locales, por orden y capricho de la señora alcaldesa. Recuerdo la impresión que me causaron aquellos gritos y lamentos que se oían desde una dependencia contigua al salón de plenos, donde le tenían custodiado mientras el pleno continuaba. Y, recuerdo también, el caso omiso de la señora alcaldesa a las solicitudes de algunos concejales que pedían se suspendiera el pleno mientras todo aquello terminaba. No hubo clemencia. La señora no cedió.

El juicio y las penas que solicitan para Txomin, no son de recibo. No son de recibo cuando existen en España ayuntamientos, que no voy a citar aquí porque están en la mente de todos, en los que en todos los plenos municipales se violan las leyes y se ofende, de palabra, obra o por escrito, a España, a sus máximos representantes y a sus instituciones. Ayuntamientos donde todos los plenos se producen, por parte de algunos de sus ediles, los más despreciables ataques a las libertades, a la democracia y a la convivencia, al más puro estilo mafioso.

Pero a esos ayuntamientos no va ni Garzón, ni Cristo a ver que es lo que está pasando y a tratar de poner en su sitio a quien corresponda. Lo que aquí puede costar muchos meses de cárcel, allí sale gratis.

Y, ¿saben ustedes por qué sale gratis? Pues se lo digo yo: Porque para ir allí y ponerse gallo como se han puesto con Txomin, hay que tener un par de cojones. Eso es muy bonito hacerlo en Asturias.

Querido Txomin, yo espero, y por supuesto lo deseo, que todo este lamentable tema quede, como decía un buen amigo mío que todo lo tergiversaba, en “borrajas de agua”. Eso sería lo normal. De lo contrario, una vez más la justicia de este país volvería a pisar mierda.

¡Contigo, campeón. Un abrazo!
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PD: Txomin Goñi es el presidente de Unión de Colectivos Asturianos y secretario de la Asociación de Vecinos y Amigos de Llanes.